La serie Call of Duty comenzó centrando su narrativa en los eventos de la Segunda Guerra Mundial, con sus primeras entregas ofreciendo una experiencia bélica clásica inspirada en campañas militares históricas. Con el tiempo, la franquicia dio un giro hacia escenarios más contemporáneos, marcando un antes y un después con una entrega ambientada en conflictos modernos que introdujo una historia más táctica y centrada en operaciones especiales, lo que daría inicio a una exitosa subserie que redefinió la identidad de la saga.
Más adelante, esta línea moderna fue expandida con varias continuaciones y eventualmente se reinició con un enfoque narrativo renovado y actualizado técnicamente, manteniendo el estilo de combate moderno y las temáticas de seguridad global. Además de estos títulos, también se exploraron universos distintos: uno ambientado en un futuro cercano con tecnología avanzada y otro con un conflicto interplanetario, ampliando los límites tradicionales de la serie.
Por su parte, otro estudio dentro de la franquicia continuó brevemente con la temática de la Segunda Guerra Mundial antes de dar vida a otra subserie centrada en operaciones encubiertas, espionaje y conflictos políticos, con historias que abarcan desde la Guerra Fría hasta futuros distópicos. Esta nueva línea se convirtió en una de las más populares y ha recibido múltiples secuelas, algunas desarrolladas en colaboración con otros estudios.
Finalmente, un tercer estudio, que inicialmente colaboró en el desarrollo de entregas previas, asumió un rol más prominente creando juegos que exploran tanto escenarios futuristas como el retorno a conflictos clásicos como la Segunda Guerra Mundial. También se han encargado de dar continuidad a algunas de las principales subseries dentro del universo de Call of Duty.