¡Atención, fanáticos de los videojuegos y amantes de las buenas historias! Marquen sus calendarios y preparen sus asientos más cómodos, porque mañana se desata la locura con el estreno de la serie inspirada en una de las sagas más legendarias de todos los tiempos: ¡Fallout!
Hoy nos vamos de safari por el fascinante universo de una saga épica, zambulléndonos tanto en las profundidades pixeladas de sus videojuegos como en los recovecos de su flamante serie. Desenterraremos secretos tan bien guardados que incluso los más acérrimos seguidores podrían necesitar un mapa del tesoro para encontrarlos.
Y para aquellos que se están preguntando “¿De qué están hablando?”, no teman: les prometemos un viaje tan intrigante que querrán comprar un boleto de ida al mundo de esta saga sin pensarlo dos veces. ¡Prepárense para un cóctel de curiosidades que hará las delicias de todos, iniciados y novatos por igual!
FALLOUT
Fallout es el mundo donde el futuro chocó con los 50’s y las cosas se pusieron… digamos, radiactivamente interesantes. Creada por el visionario Tim Cain de Interplay Entertainment, esta saga de videojuegos te sumerge en una realidad alternativa postapocalíptica que tiene tanto de rol como de acción. Imagina un universo en los siglos XXI al XXIII, donde el estilo atompunk, ese sabor a retrofuturismo con un toque de Americana de la era atómica, domina el paisaje. Es un lugar donde la tecnología prometía maravillas, pero la sombra de un apocalipsis nuclear siempre estaba al acecho. ¡Bienvenido a Fallout, donde el pasado y el futuro se encuentran en un baile espectacularmente explosivo!
Todo comenzó en el lejano 1988 con un juego llamado Wasteland, la joya de la corona de Interplay Productions. En aquel entonces, Interplay no llevaba las riendas de la distribución, así que se aliaron con los gigantes de Electronic Arts para que su creación viera la luz. Brian Fargo, el cerebro detrás de Interplay, soñaba con un mundo devastado por el apocalipsis y así nació Wasteland. Pero como en toda buena historia, llegó el momento de un giro de guion: Interplay quiso volar por su cuenta y empezar a publicar sus propios títulos sin dejar de crear.
Fargo tenía grandes planes para Wasteland, pero chocó con un muro cuando intentó recuperar los derechos de Electronic Arts. No dispuesto a rendirse y aún sediento de aventuras en tierras desoladas, decidió que si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Tomó lo mejor de Wasteland, lo mezcló en una coctelera creativa con su equipo y ¡voilá! Así nació Fallout, casi una década después, como el fénix que surge de las cenizas de Wasteland, listo para escribir su propia saga en la historia de los videojuegos postapocalípticos.
Escenario de Fallout
Imagina una versión alternativa de los Estados Unidos, donde la historia tomó un desvío loco justo después de 1945. Aquí, en este universo atompunk donde lo retro manda, los tubos de vacío son la última moda en tecnología y la física nuclear es la reina del baile de graduación, mientras que los pobres transistores son prácticamente los nerds olvidados de la clase. Este giro tecnológico creó un mundo de contrastes: robots que podrían servirte el desayuno mientras coches con corazón nuclear rugen por las autopistas, todo ello bajo la sombra de las pantallas de TV y ordenadores que parecen sacados directamente de los 50.
Los EE. UU. de este universo están repartidos en 13 mancomunidades, cada una atrapada en una cápsula del tiempo, perpetuando la estética y las ansiedades de la Guerra Fría como si fuera la última moda. Pero no todo es color de rosa en este jardín atómico. Más de un siglo antes del inicio de la serie, el mundo se deslizó hacia el caos debido a una crisis energética. Se acabó el petróleo y lo que siguió fue un dramático reality show global: guerras por recursos, desbandada de las Naciones Unidas, invasiones aquí y allá, y una “Nueva Plaga” que azotó sin piedad.
El gobierno de los EE. UU., abrazando cada vez más una vibra autoritaria, decidió que la mejor manera de lidiar con los disidentes era enviándolos a campamentos de “vacaciones” forzadas. Las tensiones entre EE. UU. y China finalmente explotaron en un apoteósico espectáculo de fuegos artificiales nucleares la mañana del 23 de octubre de 2077, dejando tras de sí el escenario postapocalíptico sobre el que se despliega el mundo de Fallout.
En un movimiento que podría haber salido directo de una película de ciencia ficción, el gobierno de los EE. UU., viendo el apocalipsis nuclear en el horizonte, puso en marcha en 2054 el “Proyecto Refugio” con la genial (y un tanto siniestra) idea de construir mega-refugios subterráneos. Estos “Refugios“, obra maestra de la Vault-Tec Corporation, prometían ser el arca de Noé moderna, cada una capaz de albergar a mil afortunados. Aunque la meta era construir unas 400,000 para salvar a la humanidad, el plan se quedó corto con apenas 122.
Estas cápsulas del tiempo subterráneas eran la definición de autosuficiencia, preparadas para mantener a sus inquilinos por los siglos de los siglos… o eso se pensaba. Pero aquí viene el giro de guion: en lugar de ser simples refugios, muchas de estos Refugios eran en realidad laboratorios de ratas humanas, escenarios de experimentos sociales que rayaban en lo distópico. ¿Te imaginas vivir en un Refugio donde todos son clones de la misma persona, o en otra donde te toca ser el tributo anual en un macabro sorteo? ¿Qué tal una comunidad dividida en dos bandos en eterno conflicto, o una puerta que nunca cierra del todo, dejando entrar ese acogedor brillo radiactivo?
De los 122 Refugios, solo 17 eran “normales”, destinadas a funcionar como verdaderos refugios. Pero claro, con la mayoría de los recursos desviados hacia los experimentos, estos Refugios de control eran algo así como el hotel de una estrella de la supervivencia nuclear. Y como si los guiones de estos experimentos no fueran suficientemente locos, la vida real decidió añadir su propio toque de caos, con Refugios cayendo en manos de bandidos o transformándose en el hogar de mutantes. ¡Bienvenidos a los Refugios, donde el futuro de la humanidad es… bueno, digamos que “interesante”!
Tras el telón de la Gran Guerra, lo que una vez fue Estados Unidos ahora se extiende como el Páramo, un escenario sacado de la escena final de la película más apocalíptica que puedas imaginar. Este vasto teatro de desolación fue el “afortunado” escenario de un espectáculo nuclear que no dejó más que ruinas y silencio a su paso. Ciudades enteras se convirtieron en espectros de lo que alguna vez fueron, con edificaciones desmoronándose como castillos de arena bajo el peso del abandono.
Aquí, un bocado o un sorbo de algo tan simple como agua o comida viene con su propio brillo radiactivo, cortesía de la generosa dosis de radiación y un cóctel de mutágenos que han rediseñado el menú de la madre naturaleza. En este nuevo mundo, los animales y plantas que conocíamos han tomado rumbos evolutivos que harían a Darwin rasparse la cabeza. Y aunque algunos rincones del Páramo se salvaron milagrosamente de recibir la lluvia radiactiva directa, encontrar estos oasis en el vasto desierto es como buscar una aguja en un pajar.
En lo que respecta a la civilización, las grandes metrópolis y los pueblos pintorescos son ahora apenas recuerdos, despojados y desechados. La vida se aferra en pequeñas comunidades que parecen brotar entre las grietas de la devastación, donde el trueque es la nueva norma y los tapones de botella el billete de oro. En este mundo, el viejo sueño americano ha dado paso a la simple supervivencia día a día en el Páramo.
En el retorcido guion que la vida escribió tras la Gran Guerra, algunos humanos que se quedaron fuera de los Refugios se las arreglaron para resistir el fuego nuclear. Pero el precio fue alto: muchos de ellos fueron besados por la radiación, transformándose en lo que ahora se conocen como “necrófagos“. Estas criaturas, aunque con una vida inusualmente larga, llevan las cicatrices de su supervivencia en cada centímetro de su piel, que se descompone mientras caminan y hablan. Su aspecto es el de una pesadilla hecha realidad, con la ausencia de cabello y una voz que parece arrastrarse desde lo más profundo de una tumba.
Vivir eternamente en el margen, muchos necrófagos miran a los humanos “normales” con un cóctel amargo de envidia y resentimiento, a menudo avivado por el rechazo y la discriminación que enfrentan. Para aquellos necrófagos que siguen bañándose en el resplandor radiactivo, el futuro es aún más sombrío: sus mentes se desintegran hasta el punto de no retorno, convirtiéndolos en bestias salvajes incapaces de distinguir amigo de enemigo, perdidos en su propia desesperación radiactiva.
En el caos que siguió a la Gran Guerra, el Yermo se convirtió en el caldo de cultivo para la emergencia de nuevas tribus y facciones, cada una con su propia visión de un nuevo orden mundial. Entre ellas, tres se destacan como leyendas: la Hermandad del Acero, la Nueva República de California (NCR) y el enigmático Enclave.
La Hermandad nació de la rebelión, liderada por el capitán del ejército Roger Maxson, quien, horrorizado por los oscuros experimentos con el Virus Evolutivo Forzado, cortó lazos con un gobierno ya desmoronándose. Aunque su motín parecía destinado a disolverse en el caos, estos soldados desertores encontraron refugio bajo tierra y, emergiendo como fénix de las cenizas radiactivas, se reunieron con otros supervivientes y trazaron su nuevo destino en el búnker de Lost Hills.
Mientras tanto, la NCR brotó de las raíces del antiguo Refugio Nº15, donde los residentes se aventuraron fuera para fundar Shady Sands. Con el paso del tiempo, y bajo el liderazgo de Aradesh y su carismática hija Tandi, este asentamiento floreció hasta convertirse en una colosal fuerza económica. Uniendo fuerzas con otras comunidades, dieron vida a la Nueva República de California, un faro de civilización en el desolado Yermo.
Por otro lado, el Enclave, con sus sombríos orígenes en las profundidades del poder prebélico de EE. UU., es el vestigio de los poderosos industriales, militares y políticos que manejaban los hilos del país en las sombras. Esta alianza de élite, sobreviviente a través de planes de contingencia gubernamentales, reclama ser la última voz auténtica de la América prebélica, con la ambición de reinar sobre las tierras desoladas de Norteamérica.
Fallout la serie
En julio de 2020 se soltó la bomba: Fallout saltará de las consolas a la pantalla chica con su propia serie en Amazon Prime Video. Detrás de este apocalíptico proyecto están los cerebros creativos de Lisa Joy y Jonathan Nolan, que no solo están a cargo de darle vida sino que también le ponen el sello de su productora, Kilter Films, en complicidad creativa con los magos de Bethesda Softworks y Bethesda Game Studios.
La alianza creativa se expande con Athena Wickham de Kilter Films, James Altman de Bethesda Softworks y el mismísimo Todd Howard de Bethesda Game Studios, todos en el barco como productores ejecutivos. Y para ponerle más salsa al guiso, en enero de 2022 Amazon dio el gran sí a la serie, colocando a Nolan en el asiento del director para el piloto, mientras que Geneva Robertson-Dworet y Graham Wagner tomarán las riendas como showrunners.
-Premisa: En este escenario postapocalíptico, conocemos a Lucy MacLean (Ella Purnell), una habitante de toda la vida de la Bóveda 33, escondida bajo lo que alguna vez fue la bulliciosa Los Ángeles. Su vida da un vuelco cuando se ve forzada a salir al inhóspito exterior en una misión desesperada para salvar a su padre Hank (Kyle MacLachlan). En la superficie, Lucy se ve inmersa en un mundo lleno de peligros y maravillas, donde se cruza con personajes como Maximus, un valiente joven de la Hermandad del Acero, y el Necrófago (Walton Goggins), un cazarrecompensas con una historia digna de contar.
La trama se espesa cuando nuestros héroes se enredan en la búsqueda de un “artefacto misterioso” dejado por un investigador igualmente enigmático, que promete cambiar el equilibrio de poder en el Yermo. La historia también nos llevará a conocer a Cooper Howard, una estrella de cine de la vieja guardia cuyo destino lo transformó en el Necrófago, y seguirá las vidas de los que quedaron atrás en la Bóveda 33 después de que Lucy parta en su aventura.
La serie desentrañará más misterios del Yermo, como Filly, un asentamiento que parece un laberinto de chatarra en Los Ángeles; el Caswennan, una formidable aeronave de la Hermandad; y las andanzas del icónico Vault-Boy, la cara sonriente de Vault-Tec. Se explorarán tres Refugios, incluida la 33, cada una conectada de maneras aún por revelar, tejidas en la rica y oscura trama de este universo post-nuclear.
Curiosidades
-1.La inspiración de Fallout: Como toda gran saga que se precie, Fallout es un crisol de inspiraciones. La serie bebe de clásicos como Mad Max, A Boy and His Dog y A Canticle for Leibowitz, mezclando sus elementos en una coctelera postapocalíptica única. La huella de Mad Max es evidente en detalles como la emblemática armadura de cuero del juego, que parece un guiño directo al atuendo de Max, especialmente con esa característica manga enrollada.
El compañero canino que los jugadores pueden toparse, conocido cariñosamente como Dogmeat, parece un homenaje con patas a las películas de Mad Max y a A Boy and His Dog, fusionando la lealtad y el compañerismo que definen a estos perros de la gran pantalla. Por otro lado, la Hermandad del Acero, con su rígida filosofía y estructura, podría muy bien haber sacado una página (o quizás un capítulo entero) de la obra maestra post-nuclear A Canticle for Leibowitz. En resumen, Fallout es un rico tapiz tejido con hilos de algunas de las mejores narrativas distópicas, cada una aportando su color único al mundo del Yermo.
-2.Fallout originalmente no iba a ser un juego postapocalíptico: La travesía creativa de una franquicia es un viaje fascinante lleno de giros y vueltas, y Fallout es el epítome de esta odisea. Antes de asentarse en el árido Yermo, el concepto de lo que se convertiría en Fallout flotaba en un mar de ideas extravagantes, desde invasiones extraterrestres hasta una era dominada por dinosaurios avanzados.
Tim Cain, cerebro detrás del universo Fallout, ha compartido cómo la visión postapocalíptica de Fallout emergió de un caldero de conceptos descartados. Al principio, el equipo de Black Isle jugueteaba con la idea de un mundo de fantasía al estilo de Dragones y Mazmorras. Esta visión pronto dio un salto cuántico hacia una trama donde, en un giro inesperado, el jugador sería responsable de extinguir a la humanidad a través de un viaje en el tiempo, encontrándose luego con una sociedad avanzada de dinosaurios en un futuro distante. La misión: un viaje a través de las eras para rescatar a la novia del jugador. Al final, la noción del viaje temporal fue abandonada en favor de una invasión alienígena, pero incluso esta idea fue descartada, dando paso al nacimiento de la querida saga Fallout tal como la conocemos, un mundo post-nuclear que cautiva y aterra a partes iguales.
-3.El Fallout 3 que nunca recibimos: Black Isle Studios, el cerebro detrás de los primeros éxitos de Fallout, tenía su propia visión para Fallout 3, un sueño que nunca llegó a materializarse. Este capítulo perdido, apodado Fallout 3: Van Buren, prometía llevar a los jugadores a una odisea por el suroeste americano, recorriendo Arizona, Nevada, Colorado y Utah. La historia se enredaría nuevamente con el intrigante virus FEV, un protagonista recurrente en la saga, entrelazando conflictos con facciones ya conocidas como el NCR y la Hermandad del Acero.
Van Buren se perfilaba como un campo de juego expansivo, fusionando el combate en tiempo real con el táctico por turnos, e incluso coqueteaba con la idea de un multijugador cooperativo y la posibilidad de caminar por el Yermo como un supermutante. Sin embargo, el destino tenía otros planes: la bancarrota de Interplay puso un abrupto fin al proyecto, y los derechos de Fallout pasaron a manos de Bethesda, marcando el fin de una era y el nacimiento de otra.
Aunque Fallout 3: Van Buren quedó en el reino de lo que pudo haber sido, su espíritu encontró un camino de regreso en Fallout: New Vegas, donde ecos de su trama y enfrentamientos entre facciones resonaron, ofreciendo a los fans un vistazo a las sombras de este proyecto perdido.
-4.¿Por qué el pulgar hacia arriba?: Uno de los símbolos más reconocibles de Fallout es el Vault-Boy, el alegre mascarón de proa de los refugios subterráneos de Vault-Tec. Siempre lo verás con su característica sonrisa y haciendo el gesto de “todo está bien” con el pulgar hacia arriba.
Existe una teoría popular entre los aficionados que sugiere que el Vault-Boy usa su pulgar para medir si está o no dentro del radio de una explosión nuclear. Aunque esta idea tiene su encanto, los creadores de Fallout la han desmentido en más de una ocasión. Brian Fargo, fundador de Interplay y uno de los productores principales de los juegos originales, ha aclarado que el gesto del Chico Bóveda es simplemente una expresión irónica. Al final, parece que el Chico Bóveda es simplemente un optimista incurable.
-5.Fallout ha reunido a un elenco estelar de las voces más talentosas en el mundo del doblaje: Cuando te adentras en universos tan vastos con una galería de personajes tan impresionante, ¡es esencial convocar a las grandes ligas del doblaje! Fallout no escatima en esto, contando con voces que resonarán con los aficionados a Critical Role; figuras como Matt Mercer, Laura Bailey, Sam Riegel y Liam O’Brien dan vida a este mundo. Pero eso no es todo: la serie ha sido un escaparate para verdaderas luminarias de Hollywood. Estrellas como Liam Neeson, Malcolm McDowell, Matthew Perry, y muchos otros han prestado sus voces a personajes memorables. Y, por supuesto, no podemos olvidar a Ron Perlman, la voz icónica detrás del “Narrador”, cuya presencia se siente en varias entregas de la saga, incluyendo un guiño especial en New Vegas con su propio “modelo de Ron el Narrador”. En Fallout, la narrativa cobra vida gracias a un elenco de voces que son verdaderos maestros de su arte.
-6.Dogmeat ha aparecido en todos los juegos de la serie: ¡Dogmeat es una leyenda en el Yermo! Este fiel compañero canino no solo ha sido un pilar en cada juego de la saga Fallout, sino que también ha dejado una huella imborrable en el corazón de los jugadores, especialmente con su memorable rol en Fallout 2. Al cruzarte con Dogmeat en el juego, te enfrentas a una encrucijada moral. Y cuidado con tratar mal a este noble perro, porque si lo haces, un personaje llamado Mel (un guiño a Mel Gibson y su icónico papel en Mad Max) no tardará en aparecer para darte una lección que no olvidarás. La lección aquí es clara: en el implacable mundo de Fallout, los perros no solo son compañeros fieles, ¡sino verdaderos salvavidas!
-7.Empujando a Brahmin: ¿Te has dado cuenta de que en casi todos los juegos principales de Fallout puedes hacer que los Brahmin se vuelquen, con la excepción de Fallout 4? En el primer Fallout, este peculiar truco se lograba dándoles cerveza, pero con el tiempo, la saga ha refinado esta travesura hasta convertirla en una acción específica en los juegos más recientes.
En Fallout 2, simplemente se utilizaba el comando “empujar” para hacerlos caer. Por su parte, en Fallout 3 y New Vegas, si te acercas sigilosamente a estos pacíficos animales mutantes de dos cabezas y eliges interactuar, serás testigo de una animación especial donde tu personaje los empuja y los tumba al suelo. No te preocupes, se levantan después de unos segundos, un poco confundidos quizás. Curiosamente, esta pequeña travesura se dejó fuera en Fallout 4, dejando a los Brahmin en paz… al menos por ahora.
-8.La fórmula sexual de Fallout 2: Fallout 2 te sumerge en un mundo de posibilidades tan vasto que pocos RPGs pueden competir. Imagina poder forjar tu camino como una celebridad del cine para adultos, un implacable cazador de mutantes y un poderoso gánster, todo ello en una sola aventura.
Y por si eso fuera poco, Fallout 2 lleva la personalización al siguiente nivel con algo totalmente inesperado: ¡un sistema para evaluar las habilidades amatorias de tu personaje! Sí, has leído bien. El juego utiliza una peculiar “fórmula de clasificación sexual” que toma en cuenta atributos como tu carisma y resistencia, sumando puntos por agilidad y fuerza, junto con ciertas habilidades especiales. Si logras destacarte en este… eh, “área”, el juego te coronará con el título de “Gigoló”. Aunque llevar este título no te brinda ventajas concretas en el juego, definitivamente añade una capa extra de singularidad a tu experiencia en el Yermo.
-9.La serie de Amazon se esfuerza por encapsular el espíritu inconfundible y el ambiente distintivo que definen a Fallout: La nueva serie de Amazon se adentra en el corazón de Fallout, llevando la intensidad, el drama y los dilemas éticos que son sello de los videojuegos a la pantalla.
Tanto los veteranos de Fallout como aquellos que se aventuren por primera vez en su universo apocalíptico, se encontrarán sumergidos en una narrativa donde la supervivencia va de la mano con conflictos morales y políticos.
Esta adaptación promete abrir nuevos caminos en el vasto mundo de Fallout, presentando historias nunca antes vistas, personajes que dejarán huella, y escenarios que capturan la desolación post-nuclear. La serie se compromete a tejer una compleja red de tramas que abarcan desde la lucha por recursos hasta intrigas por el dominio territorial, todo dentro de un mundo fracturado por conflictos pasados. Además, se espera que la producción capture fielmente el alma de Fallout, desde su inconfundible estética atompunk y su característico humor ácido, hasta las cruciales decisiones morales que impulsan la trama.
La saga de Fallout se ha consagrado en el corazón de su comunidad como mucho más que una serie de videojuegos; es un universo rico y complejo, con una narrativa profunda, personajes memorables y un trasfondo ético y moral que desafía al jugador a cada paso. La esencia de Fallout reside en su capacidad para entrelazar la desolación post-apocalíptica con un ingenioso humor negro, dilemas morales que no dejan indiferente y una estética retrofuturista que le confiere una identidad única.
Al abordar la adaptación de una franquicia tan venerada a la televisión, como lo está haciendo Amazon con Fallout, la expectativa de los seguidores es, sin duda, alta. La comunidad anhela que la serie no solo capture la atmósfera y la esencia del mundo de Fallout, sino que también expanda su lore de maneras que resuenen tanto con los fieles seguidores como con los nuevos espectadores. Es esencial que la adaptación respete la complejidad del universo de Fallout, desde sus inquietantes paisajes y su icónica estética hasta las intricadas dinámicas entre sus personajes y facciones.
Recientes adaptaciones de grandes franquicias a series televisivas o al cine, han recibido críticas mixtas, con ejemplos como “Los Anillos de Poder”, “Madamme Web” y “Avatar: La Leyenda de Aang”, que han enfrentado el desafío de satisfacer las expectativas de fanáticos apasionados y críticos por igual. Estos casos subrayan la importancia de una adaptación fiel que honre la fuente original mientras ofrece una nueva dimensión a la narrativa.
La serie de Fallout en Amazon tiene la oportunidad de establecer un precedente en cómo las adaptaciones de videojuegos pueden ser realizadas con éxito, respetando la profundidad y la complejidad del material original, a la vez que se introduce en nuevos territorios narrativos. Si se hace con cuidado y respeto por el espíritu de Fallout, esta serie no solo puede evitar los tropiezos de otras adaptaciones recientes, sino también enriquecer el legado de una franquicia ya de por sí emblemática, demostrando que, con la visión correcta, es posible trasladar la magia de los videojuegos al lenguaje del cine y la televisión.
Curiosidades sobre Fallout
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