T

Curiosidades sobre Castlevania

Bienvenidos, cazadores de vampiros y expertos en romper candelabros con látigos.
Mañana llega la nueva temporada de Castlevania: Nocturne, y si aún no estás emocionado, probablemente te quedaste atrapado en un castillo infinito lleno de pasillos idénticos. Desde sus orígenes en los videojuegos hasta su adaptación a la pantalla, Castlevania ha sabido capturar nuestra atención con su mezcla de acción, misterio y una buena dosis de dramatismo gótico.

Hoy vamos a adentrarnos en el fascinante mundo de la franquicia, explorando las muchas curiosidades que hacen que Castlevania sea tan especial. No te preocupes, no revelaremos nada de la nueva temporada ni entraremos en spoilers, solo queremos celebrar esta increíble saga y recordar por qué ha dejado una marca tan profunda en tantos fans alrededor del mundo.
 
Así que prepárate, porque nos espera un recorrido lleno de historia, personajes memorables y detalles que tal vez no conocías. ¡Nos vemos en el castillo!

CASTLEVANIA

Castlevania, conocida en Japón como Akumajō Dracula, es una franquicia de acción y aventura de terror gótico creada por Konami. La serie, que se centra principalmente en el enfrentamiento entre el clan Belmont, cazadores de vampiros, y el Conde Drácula, su eterno enemigo, tiene como escenario recurrente el oscuro y enigmático castillo del vampiro. Su primera entrega debutó en 1986 para la consola Famicom de Nintendo, marcando el inicio de una saga que, en su mayoría, ha adoptado el formato de juegos de plataformas y acción de desplazamiento lateral.

Desde su inicio, Castlevania ha estado disponible en una amplia variedad de plataformas, desde consolas clásicas hasta dispositivos modernos, incluyendo sistemas portátiles y teléfonos móviles. Con el tiempo, la franquicia se ha expandido más allá de los videojuegos, incluyendo cómics y una aclamada serie de televisión animada.
 
A lo largo de casi cuarenta años, Castlevania se ha consolidado como una de las franquicias más icónicas y exitosas de Konami. Varias de sus entregas son consideradas entre los mejores videojuegos de todos los tiempos. El éxito de la serie se atribuye a su combinación única de acción, aventura y elementos de terror, además de su exigente jugabilidad, escenarios atmosféricos y una banda sonora memorable que ha dejado huella en generaciones de jugadores.

PREMISA
La franquicia Castlevania está profundamente influenciada por las películas de terror clásicas de Universal Pictures y Hammer Film Productions. El creador de la serie, Hitoshi Akamatsu, buscó recrear en los jugadores la sensación de estar inmersos en una película de terror clásica. Por eso, criaturas icónicas como zombis, hombres lobo, el monstruo de Frankenstein y, por supuesto, el Conde Drácula, son personajes recurrentes en la saga.

Un ejemplo destacado es Alucard, presentado por primera vez en Castlevania III: La maldición de Drácula, cuyo nombre y concepto rinden homenaje al personaje de la película de 1943, El hijo de Drácula. Además, los juegos incluyen criaturas del folclore y la mitología, como Medusa, junto con claras referencias al terror literario. En Castlevania: Bloodlines, la narrativa incorpora de forma explícita los eventos de la novela Drácula de Bram Stoker, mientras que el personaje recurrente Carmilla está inspirado en la novela homónima de 1872 escrita por Joseph Sheridan Le Fanu.

El escenario principal de la serie es el castillo del Conde Drácula, que resurge cada cien años con el objetivo de conquistar el mundo. En la mayoría de los juegos, los jugadores toman el rol de los Belmont, un clan de cazadores de vampiros que han enfrentado a Drácula durante generaciones. Su arma principal es el Vampire Killer, un legendario látigo que se transmite entre los miembros de la familia y que sólo ellos pueden manejar, siendo clave en su lucha contra las fuerzas de la oscuridad.

Curiosidades

1-Hubieron cambios en varios juegos debido a la sensibilidad estadounidense: El título original de la franquicia, Akumajō Dracula (Castillo Demoníaco de Drácula), fue adaptado a Castlevania para su lanzamiento en Occidente. Emil Heidkamp, vicepresidente de Konami America, consideró que el término “satánico” en su traducción literal podría resultar controvertido en Estados Unidos, y optó por un nombre que evocara el escenario gótico de Transilvania y el castillo de Drácula.

Nintendo of America implementó más cambios en los lanzamientos occidentales, eliminando referencias explícitas a sangre, desnudos e imágenes religiosas. Ejemplos de estos ajustes incluyen cubrir estatuas desnudas con togas, modificar el color de la sangre en Bloodlines y suavizar interacciones culturales, como reemplazar la reverencia y beso de mano en Castlevania III por un simple apretón de manos.

En cuanto a la banda sonora, la versión japonesa de Castlevania II: Belmont’s Revenge para Game Boy tenía canciones con títulos como New Messiah y Sons of Satan, que fueron cambiados en Occidente por nombres genéricos como BGM 1 y BOSS 3.

2-Los créditos del primer juego están llenos de referencias a películas: Las referencias de Castlevania a otros medios no se limitan a la jugabilidad, sino que también se reflejan en los créditos del primer juego. Estas referencias surgieron por dos razones principales: el diseñador Hitoshi Akamatsu era un gran fanático del cine occidental y Konami tenía la política de evitar nombres reales en los créditos de sus juegos.

Entre las referencias más notables están nombres como Vran Stoker y Belo Lugosi, alusiones claras al autor de Drácula, Bram Stoker, y al icónico actor Bela Lugosi, conocido por interpretar al vampiro en el cine. Otros ejemplos incluyen Trans Fishers y James Banana, que hacen referencia al director Terence Fisher y al compositor James Bernard, figuras clave en las películas de terror de Hammer Films.

Finalmente, el nombre Barber Sherry alude a Barbara Shelley, apodada “la primera protagonista del terror británico”, como un homenaje a su legado en el género.

3-La versión Castlevania de Drácula se inspira en múltiples personajes históricos: El Drácula de Castlevania, como muchas interpretaciones del famoso vampiro, toma inspiración de Vlad Dräculea, conocido como Vlad el Empalador. Sin embargo, también incorpora elementos de Matthias Corvinus, un rey húngaro del siglo XV y primo lejano de Vlad III. En varias líneas temporales de la franquicia, Drácula recibe un nombre similar, Mathias Cronqvist, en clara referencia al monarca.

Históricamente, Matthias Corvinus fue aliado de Vlad Dräculea, pero eventualmente lo traicionó y lo encarceló bajo acusaciones de traición. Más tarde, Vlad fue liberado y contrajo matrimonio con Justina Szilágyi, prima de Corvinus, un giro curioso que conecta a ambas figuras históricas.
 
4-El castillo de Drácula es una representación de sí mismo: La mayoría de los juegos de Castlevania tienen lugar en el icónico castillo de Drácula, cuya apariencia ha cambiado a lo largo de la serie dependiendo del estilo, ya sea en 2D o 3D, y de su contexto en el juego. Una de las características más intrigantes de esta estructura es su vínculo sobrenatural con el propio Drácula: el castillo no tiene una ubicación fija, sino que aparece donde sea que él resucite.
 
Este lazo entre Drácula y su castillo es más evidente tras su derrota, cuando la fortaleza se derrumba simbólicamente alrededor del jugador. Además, el diseño del castillo refleja el propio ser del vampiro, con elementos como la torre del reloj, que se interpreta como una representación de su corazón. Este detalle refuerza el simbolismo del castillo como una extensión de su oscura esencia.
 
5-Alucard es un buen católico (más o menos): En Symphony of the Night, Alucard puede encontrar una iglesia con un confesionario. Si se sienta en el lado derecho, donde normalmente estaría el sacerdote, puede aparecer un fantasma femenino. Este espíritu puede confesar sus pecados o, en algunos casos, atacarlo furiosamente.

Por otro lado, si Alucard se sienta en el lado izquierdo, se inclinará como si confesara sus propios pecados a un sacerdote fantasmal. Si el espíritu del sacerdote aparece, aceptará la confesión, le pedirá que descanse y dejará un objeto curativo antes de desaparecer.
 
Esto encaja narrativamente, ya que Drácula, inspirado en Vlad III, gobernante de Valaquia y Transilvania, fue católico durante gran parte de su vida. En la historia del juego, sin embargo, Drácula es Mathias Cronqvist, basado en Matthias Corvinus, un rey católico de Hungría conocido históricamente como “Matthias el Justo”.
 
6-Casi hubo un Castlevania de mundo abierto en 2006: Konami, además de Castlevania, cuenta con otras franquicias populares como Silent Hill. En un proyecto curioso, Climax Studios, desarrollador de Silent Hill: Origins, propuso un juego de Castlevania de mundo abierto ambientado en Venecia, protagonizado por una estrella de rock deprimida llamado Michael Cross, quien hereda el látigo de los Belmont.
 
La historia habría comenzado con Michael de vacaciones en Venecia, tras el suicidio de su novia. Allí, encuentra a un Belmont moribundo en una habitación de hotel, quien le entrega un crucifijo, el látigo y un mensaje de su novia fallecida. Esto lo habría llevado a una aventura en una Venecia oscura y sobrenatural, con un ciclo de día y noche donde los ciudadanos enmascarados se transformaban en monstruos al caer la oscuridad.
 
El juego presentaba a Cross como un personaje al estilo de Dante de Devil May Cry, utilizando el látigo de cerca y pistolas para ataques a distancia. Además, habría podido equiparse máscaras de enemigos derrotados para adquirir nuevas habilidades. Sin embargo, este proyecto nunca llegó a concretarse.
 
7-Los Belmont fueron casi los Dantes: El protagonista del primer Castlevania es Simon Belmont, conocido en Japón como Shimon Belmondo. Simon es descendiente de Leon Belmont, un antiguo cruzado que inició la maldita línea de los Belmont, la cual continuaría con héroes como Christopher, Trevor y Richter.
 
Originalmente, el personaje iba a ser un homenaje a Peter Cushing, famoso por interpretar a Van Helsing en las películas de Drácula de Hammer Films, y a Dante Alighieri, autor de La Divina Comedia. Su nombre iba a ser Peter Dante, reflejando estas influencias. Aunque tanto Drácula como La Divina Comedia inspiraron elementos de la serie, este nombre no se utilizó finalmente.
 
El diseño de Simon también tomó inspiración del héroe popular rumano Făt-Frumos, un príncipe valiente y apuesto que derrota a criaturas mitológicas, siendo una figura similar al “príncipe azul”. Con su valentía, su apariencia heroica y el icónico látigo inspirado en Indiana Jones, Simon Belmont se consolidó como el primer gran héroe de la franquicia.
 
8-Drácula de Castlevania ha hecho algunas apariciones inusuales en otros juegos: Además de ser el villano principal en casi todos los juegos de Castlevania, Drácula ha hecho apariciones en otros títulos, algunos bastante inesperados. En Krazy Kart Racing, es conocido como el “Señor del Castillo de Kart”, conduciendo un carro flotante de estilo gótico con alas de murciélago y ruedas rojas brillantes.
 
En Evolution Skateboarding, aparece junto a un personaje inspirado en Simon Belmont. Aunque se le llama simplemente “Vampiro”, el combate contra él tiene lugar en un escenario inspirado en el castillo de Drácula, con su icónico tema Dance of Illusions sonando de fondo. Además, el Señor Oscuro ha sido incluido en juegos como Super Smash Bros. Ultimate y Dead Cells.
 
Más recientemente, en V Rising, un juego donde controlas a un vampiro que reconstruye su castillo y busca dominar el reino, se lanzó un DLC relacionado con Castlevania. Este contenido incluye opciones cosméticas basadas en la franquicia, atuendos de personajes icónicos y un jefe opcional: Simon Belmont, protagonista del primer Castlevania.
 
9-La versión de Drácula de Castlevania no teme al fuego: La forma de destruir vampiros varía según la tradición, aunque los relatos clásicos suelen destacar el uso de reliquias sagradas, crucifijos, plata y estacas de madera en el corazón. Sin embargo, en la mayoría de las interpretaciones ficticias, el fuego es una debilidad común.
 
En Castlevania, Drácula no comparte esta vulnerabilidad. Por el contrario, utiliza el fuego como una de sus principales armas, con habilidades como Fuego Infernal, Infierno Oscuro, Megiddo Demoníaco y aliento de fuego, sin sufrir ningún efecto adverso. Aunque puede recibir daño de ataques basados en fuego por parte de los héroes, este no es más significativo que el de otros tipos de ataques.
 
10-En Castlevania, Drácula no se convirtió en vampiro de la forma tradicional: En Castlevania, el origen de los poderes de Drácula no proviene del vampirismo tradicional, como una mordedura o la ingestión de sangre contaminada, sino de un artefacto místico conocido como la Piedra Carmesí. Según algunas líneas temporales, la Muerte, siguiendo órdenes de Mathias Cronqvist (futuro Drácula), atrapó el alma de Walter Bernhard en la piedra, otorgándole poderes vampíricos y el control sobre la propia Muerte.
 
La Piedra Carmesí confiere un poder inmenso a quien la empuñe, pero a costa de su humanidad, transformándolo en vampiro. Se dice que fue destruida tras la derrota definitiva de Drácula en 1999 por Julius Belmont. Este concepto está inspirado en representaciones clásicas de Drácula, como las de Bela Lugosi y Christopher Lee, quienes suelen aparecer con medallones que contienen una gema roja.
Castlevania no es solo una franquicia de videojuegos; es un universo rico en mitología, simbolismo y narrativas que trascienden generaciones. Su capacidad para reinventarse, combinando elementos del folclore, la literatura y la cultura pop, la ha convertido en un referente del género gótico y en un hito dentro de la industria del entretenimiento.
 
A lo largo de los años, ha sabido equilibrar acción, historia y estética para ofrecernos experiencias inmersivas que exploran temas como la lucha entre el bien y el mal, la mortalidad y el legado familiar. Estos elementos, junto con su fascinación por lo sobrenatural, han hecho de Castlevania algo más que una serie de juegos: es una celebración de la creatividad y el poder de las historias atemporales.
 
En cada entrega, nos encontramos con un recordatorio de que incluso en los lugares más oscuros, el valor, la esperanza y el ingenio humano pueden prevalecer, lo que hace que esta saga siga siendo tan relevante y apreciada hoy como cuando comenzó.

Personaliza tu camiseta, sudadera o complemento con nuestros diseños más vampíricos…

El precio original era: 18,90€.El precio actual es: 15,75€.
El precio original era: 18,90€.El precio actual es: 15,75€.
El precio original era: 18,90€.El precio actual es: 15,75€.
El precio original era: 18,90€.El precio actual es: 15,75€.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


{"cart_token":"cdf0861e17c7cd70cb84f522c224980e","cart_hash":"31d2e4be0adc7d15dba5f4d522eea769","data":"c373c7216e5425cb2b5785e4b5033c0b:retainful:cb6e8a6ea05743348c46903f8772d53fdd851247d0dd8e333f1285bf514ad859:retainful:9b1a39392ad5ddc42992f220ef237e978ab53afd0449fd867e0a2f90faee8ea3a169a1bd4c783e3df77977d49511170c8e15c3079fcd5e1fa56a9a080047b7f482958bfac223bf73e90a4cc1fe1085321530a4335100c34c34d63c2d03fbb75db9dd4c200dee3a5f70315e99e69e4e6220a3b54e7fe9813a59435e9aa1ac2e5f1763d34a50f0a075067c8c758e009999cb7f107d23cedc07c2df5ae8db246804f409fb393e5db5622452bea91267699ceb9bf567433971c481014c0e3d346be24a20b7cc0c4cf61bc43d67541b541e69c79468c2b94bf197f2e085d56471d77b76f3a196c507329ca133202fae2d0ab472c522db5a3c0be6cd0698a9f2cf9a88afc7157ac5ba6ce6ff0618ba4322f3914797589c970f9e941512b543775480973c53a523348693a62369e60fe1189b977f34f7af9c4cd9bd35b489bf817c18ac7bf5853226935351472ea0c796d03c93efbd9732330bf9b316012faeb01c0492325be51bc92dd17fe48696032306be985f0707b7fcb946ed1badf2b68741fb7c8b3415c9dda17431cdd728743804a986da27e5172c94236563938a5d801002c13f5a00334fa3a02f3a37853d61249eb5933ed77b97ca070c02d1a1b8e1a3934c79f05e5b09f8000ad6fe59de2158a0ea2ac648d92fbdc016671b1ede92d1b14b60e5052c9e54c7a43432b063ba2bb3783745c63b0fba17af40488fdd2bf2ff70c37f4fa6c32729072631f9b072a2703681f90971c3d64fe37c6c4521977153eb0258afa10ee1c9f53139d375e89a9b73741715871c11a9aec4fd6e3ce3ab48e22f80300b1fb596d99e8d75cc608370236e1f84e4a30eb732b8756285c7a79f7a0be180fab6ba4ca71af6919d583b51a2b1991f9937c05ca1115fd9012ef629f749b6bf5fe09f507c2f155c261721b67040491b58a81162a6b532185447ad13be1ba705c43b475aca42969d53f4b5bed899fa5f28c2ea0a42d358ae494841946770b235e1ee71668fb44d4b5fa759b69f850aad33ff69c6275b0451b2a586d109f2d0ef21f387d2657f602b45b452cba8164c8a22ae2b1d4f16c66e7eecb71c1377a1b59a8d4c2caa5e3a53a6176a6d1a15403795bf37dafaaddcf1418b4ff689f68485d5c9a100d837524f65322905b17b9a017e06f116b01cd12791d4d477fdba3d20346672f66a3cde796ad1098c166e19546a1e6d99af5568f53c39b4a44991d1d844accf6cac61315fb6bdb55e2860081f90dbbafb06e0dd07b607dae67418647fc127b5e3176e43934de0d358d01609cb1feefe936e6f87396aaab38dc2b3a2f82a8ec662e9b2bcfe0195dd9ab08e82eb41fd40eef7123b5e7e3c39c5b53cf1c27f6a3018a2fd168ffd9ab874e05dc1ef8b1b40c412fe17cb68e887a8e07d9488cc359328143ae1d99472d852a7921efe6da0d8e11c1bb42df3af2547a878164f89e336c6b33dfbaafd9e7f04f8a3b7b2854cb800fb01273c1ee2872904c9eeb0747243e1eb422f80a8f9b2fdc50e40f7741f7521749fb35434c4d4d6b019b24c7583ceaa59716101b811b990a8bb83c6fe1fd6a8a68f26dc8c9ef5f57f4b1884efb9420ac882dbc2891e06de73ead20c19b670b60e984a89e7735c08cb838d9ca71afb8f3f8c3d027befef981f782ffb59faacfabf436ff19f4895f34b6e62df71bfcc88ac13d83f22222cba2fee08c353fa0d67ec9d4d6f207b4bfab37e536c574a196a09d6ce3791642f7dded8363c221d79f51fe49b01ee3a5b34c28e6a4c9c9a35c8db8f551e70ef39e54090d5b8444ae74e686d313fe4fc5fee74202ce95944c3fd05a5e07952c9bd3f91134615bf8c279d71a27c573495654e4dcf58efd95d186d3ec62c084950fa2dbfd7a2a0be5936dca2fa29f772e62950690a8465b00ff7a851990585ecdf3c6e2edf1943475c4dffafeebb9d3b5dea05b5329ba215114f9e3f27727da69291590cd012c9c8946e4f913c0d59bf31a73648abb79f16ee53f5cebfca61c4a7475213e0692e38f7f7a50ad0076da4315abecc491d211c717e4119553957d26d3323ff20190d571db36477910cf4e01cf0cec4f9a5aaf1e01358331978c4b571f89f901cc4576a3f66c52fc9ad0b267a4164e7c7296d8fbe9b27031a6786ed4f5219328809dd3ca488a4cc21827d2f5563590d7c8a48735465f3a71adb439b5191701d22bfe71c11885001fc5eef6b95e337d8da418e39bf697c6e07a38377d264c52b75d490c6fc6a853f1da5ee2ee698122305d2954f93cbb1278faf1688a9aa0f528556ebe34ffb30ddd9ef58eaf38ecf54b222641e0727e6583f8a4ad615980449fd6252c4e28758f1305105f127035c9a6b25667c4446e91832b61ce14e21a655f8896498e093b30c4705d7cd7b531ae30be620634590a42e81946b3f7835298cf8de92d5cd5fb67e56701164edf7738011383d9dd4470c390acb016274c131d52677903a23a89979818a75cc75882b4d739c5bfe9c53caeeb903b3696079aab3dd442f83490fdc8536e8d2aa88b37255a698187fe46f6110c2b15edf0e94d0ceced5f646bfbdbe96a510d641deb213d3da789c8c09de01c52d2deb9c2cd5cfab1955bc64deef93122b626d334fe7fcc59a259070e17bef41bbed31705714cadb60335d5d3cee5494b6b05882fdfa4efe8535b53bf0e89c7bc931357760909ba478bc1bd1752fca17363f53a6dfc396a1086072879471d2f200d2fd0e1d3068d1cb29be189e0d90fd7c2ad03a50e39cdcb5348f2d1e521bed4f4258be89a93077a5b9d5958df219ab695e20ceb4cda214f097efaef1dba0448b21e49fba96a048aa706ed34ec8145e5cd2ff72c2e5516c6d6d186fbd71852b96fe94ec726f25b45418c373c9a255c4346217aa1041bbb72f63c27577628da393478dfe9cf784c240d5bb181699d38d524816fb23f942aff95ffeaf6e60296e5914e1f885ffb6b9e1894f4ebc5058ca7de69f9f7f2b08f39569de993f76cbefdcf1cd086454c39fbc977356e4350d9322080670ddbffb3817466a5709c03bb736998dc9f2f5649f5d0c65a6f695b5c775722b497446617afa69e7b1c619d842dd3bd09ed004bdd84195f6430e298386ba38a30370da2abf5983d3145d557315cb65387f594bfdda92219aa1092ab460cecd9e78ebd7956d65a653fbfdf5d76c3ff15c8bd1ba14e1ffba11f0e64e09c42071f4a44106adea7697c6fee2e92e9114f8632347145e77b2779405d42d494b3854b2ca735f1fa538c761cd74a5b3ee5021a3168427dd67feb8f8924e768e077a7facecc7b2ca5b74b3012aae5bd5741753c22abd9ca215061358a8047556b40b2cf762b0e6de30e19d485a69b0d610ba336cb31195a4894d22d80ebb298fa3d76e17e74653e5e8317ca6d406bedbc5516f8175b8e215cd71eaff3164a2cc58887d43f9fa805d2ea49bfb7bc6ae218ba8a9ea57140b118cfa370e24c69fcbd352d223f43bcc93f58b7fa0c3784f52ad2d9cecee6a613ea0bd54b24f933b5cb000de2234ffb3ec234e35f4ad5cbb4503093118b8ba1ea2d76dfb174e9b20dac6b4f663b9751a02adf1bb445afa059cad2aa96867562d007b7bcbb4c15b17b8024401fa295eb528890f458fb5d7c8b7e9a10d8fd0a9d48c8c4004997f13193564c7e19965111233ea2a3fde95244b9cd7a47524f34d162227e038e3da407077a0f425a85989a615efa5f804b52326e62d1da0988e842801b33bac9aab03c24efe2762195ddd25fc84efe651e65a63249bdd47979b6fac70ac206bf1573135f25a6b98479912693acd19b39bf4571a991a3467a108609389f0ebf50329adfdf907969b18e3eb00d78b9e419b25101fe1ffcf22b058b41f55d108fe75d69a75ee51245455fc2fb16a5f03a7dee6ed5b996abebd60c714e48dc9a41edca7e0bcf99750003bb111b168cf3810cc67f9ece0cc850e85e78ce3695dcae40d68176be9d52e4b6f35c3d95128e34bfb8a9f0da0e6499a43a35d9ecbfd483b74b4cf76dd42df5f9fc8d9d156de2c8b5437d46673cecb4cd29c43172c4ed90f40ded5286c4243cc054ad54cedba95cd46ae5f1f60ffbf82b8d1a5e27024c5e62c6c4ee16507ce2769176d144281afc4d0da9d9240bd98449a89bf5b02fa9f6b1e6c7dd46821c45e623b7f451f2ac6ab93f1debbefe5030557b792d34c85d8379f2774f47bf64faa860397b26e0e345d5fe8b47596aace04dbde65d016818857885c54dd3738e407d9a872de97fdf2ac8c1c7079ccacdf5f2de6033a25be315a5456d8ff0e6638391d7d5e31a2b57fbb6cdbbfa57d8a2994f79230ac6a5d3796df1525bbbe6c2d2ed37ec6f47893c0446b03040f1a069d6375f2d066c83a1fa3307ed8bdceeaa994dd3ecee60c27736adc87bf703d6303d9cbdcdf4affe25e97205ffea313199e03b36987ccfeb353befac256d7c62a16a84785f6ebed4aef64a6979ba974e76b5ea9915b3b7519350325e53a79682a5e5d86347c86bc90a6801bb9da85e5b71138de1385b934bc0902f8361323f967172da213a7e67c0d029b99a08d38c4f7e0a21abc06054efadf473206d12e57e62386e92e46bfa659327f078acd8501ac0e2ac2092a7c15d05b45597a71c244dd150745505015c88d3b4e0af7db13ce42450c51355df29a3124d5875a301f5b62168134d091f852fdbcadd0fde7f793a99a69dab1c3c8f07a5d7dce8f0346a804fd8a16e1afba5ad165dfaab8c9496e087eb964b83168c4278993a1b49aae3af0f36e5c73726be5811b738744add1aeef3febe79b4abaddee58277764ccf809ff5575154dfdfd900b8607d4d6cb768d98df84ce91da753b0bbad67bbb69aae2f82a1491dd8b8cbf8a7cda09b414aa1501f2abf2d49b6ba67cf0b32b4b53fccfe9cf1f745ba4862fc818732e7b3b3db0ca4e41a4350957c7940f552fd9b3ae4a5543586579b47c1ca286c6425170a2e0e34a17cd5a5ca8dc48703d8db969a945d74e0b2e421f26070e8d2ca1798130a229ee20969ae839641d96513b8801c7c7d6609b03b16572738dbb21bf9ef17b40c57e9952d5d2ae111abf757a1bf3237d1592a9772378f94a04a1ee1001ad937585268830f1504b5a265227ced80fea76c68b0a55e51ada6860f1434aa09a5fcd748de41a94afc8590243129c78a1591fffeade6a72ffc6adb80716702a1a9b880683b20e0114f5f8fc0e8f65f70db3fc74aaa9d06a1dd560a8ecd6f30ce2571c500221e8abc18bef4683581ecb3765680201dfff72b3997ff6e24d7ef619c24ff5796972ddf76260458252077025d091afcacf5b78f990971dceff095c851f9de01f1d58e3767caff5a1064ace60dfc2769b13187995c8bbd98e2d4a4c8f7d1d4dd58fba65523017eaf5af41eb6a911c372bf34e5d874f5bb94ac49a7501c24d639fad37712f92d12bb8651a57f41224180cb050d869a41d4e49b2cd3eeef3e1c01833b53d767e8d52cc0c18c5b3758efa13bb26bef5ee17765863ab5b56154f4e6b3b6b7a865c8891512fae17d69227c24d780d0d5f0bf64e567dd32abf18c4193a4ef26b3cd8c93e575bede0ed5acedf58a3d1f46292f295927b786a493f58719d65dff7a9ed3c3a29724fd05bfc3c4535e1e06d319b26eca4235e8d0656ce225939f275f36df641d6cd31b4275ed1ab79b70c4d4562399be79073f37e3adf8eacf32a89f037de9418fe2a8e2bdfa960c42287bfc41688327e71df4378528be0e5c6a668106a8774a1ef5c2cd02652849695c931dca72e87fe03f1f038beeb0a482200416c97110d878b292b73300a9532d4be9ed5e0e21a68d05d41ed0f08eb064fcd038536bfdd9fa062c626ba69612dbd6efb2fed47372df1225cd7a04b8f08db37b6b25e2441f652a15c8af73ce1e6c5d905a31916019af0eadf5b8c778d15108bb0eebd7247fee19b85bd956ef1e3b413d47acbe7c2f4fd6eaab3599775d87c5195524dae87b6ee8e93fde41296fe2ac86a4012a390692339e00b24ac1aa8044d277c0a8abf7ec90918149e984a913ea838f6f2293db3b036a712fdc4aa66fc93b0d4d7abeba819ea196e2afe3fcc38526d32774136dc9d8d6c82b78d7e24de16e0212bc813"}